11/1/16

Lo sublime, aislado...

Lo sublime, aislado gradualmente por el conocimiento, no vuelve a reconstituirse fácilmente ante nuestro espíritu, y así, poco a poco, nos vemos privados de lo más alto que nos ha sido concedido, la unidad que nos encumbra plenamente hasta hacernos partícipes de lo infinito, al tiempo que nos empequeñecemos más y más a medida que nuestro conocimiento aumenta. Y así como antes nos enfrentábamos al todo como gigantes, ahora nos sentimos pigmeos ante las partes.

J. W. v. Goethe, Máximas y reflexiones, El legado póstumo [1139]