una muchacha

Cierto día en que, al caer la tarde, entré en una fonda y una muchacha de cuerpo bien plantado, rostro níveo, cabellos negros y corselete de color escarlata acudió a atenderme, la miré fijamente cuando en la penumbra se hallaba de pie a alguna distancia de mí. Cuando ella luego se apartó, percibí en la pared blanca de enfrente un rostro negro circuido de un halo de luz y la indumentaria de la figura claramente visible de un hermoso color verde mar.

J. W. v. Goethe, Teoría de los colores, 1810

Goethe, Imagen de una mujer en colores invertidos, acuarela, 1810. Experiencia cromática para reproducir en casa: Fijarse en la imagen por viente segundos, llevar la vista a un papel blanco: se obtendrá una imagen de colores invertidos de la mujer, ahora con piel clara, cabellos oscuros y mejillas sonrosadas. 

esto sí sé

Si se cumplió lo que dijo Moisés y los otros profetas
Con la llegada de Cristo, amigos, de eso no estoy seguro. 
Pero esto sí sé: que se cumplen deseos, ansias y sueños
cuando esta niña querida dulcemente se duerme en mi pecho.

J. W. v Goethe, Epigramas venecianos, 1790

Hedysarum gyrans

Basta con que nos rindamos cuentas de la sensación que nos embarga cuando la famosa mimosa dobla por pares sus hojas aplumadas para plegar finalmente su diminuto tallo como en una articulación. Esta sensación a la que no quiero dar nombre se acentúa aún más durante la contemplación del hedysarum gyrans, que, sin aparente motivación externa, sube y baja sus hojitas y parece jugar consigo misma como lo hace con nuestros conceptos. Imaginémonos un plátano al que también se hubiera concedido este don, de modo que subiera y bajara alternativamente y por sus propios medios sus descomunales hojas de palma: cualquiera que lo viera por primera vez retrocedería aterrorizado. Está tan arraigada en nosotros la idea de nuestras propias ventajas frente a los demás seres, que nos negamos en redondo a conceder al mundo exterior siquiera una parte de ellas. Es más, si fuera posible, las desmereceríamos de buen grado incluso en nuestros propios semejantes. 

J. W. v. Goethe, Poesía y verdad, Libro XVI.

Vivir es ser...

“Vivir es ser fuera de sí –realizarse-. El programa vital que cada cual es irremediablemente, oprime la circunstancia para alojarse en ella. Esta unidad de dinamismo dramático entre ambos elementos –yo y mundo- es la vida. Forma pues un ámbito dentro desde el cual quisiera yo que mirase usted a Goethe”


José Ortega y Gasset, “Pidiendo un Goethe desde dentro”, Madrid, Revista de Occidente, 1933, p. 13, cursivas en el original.

Sobre El legado póstumo en "Máximas y reflexiones"

Los textos con numeración [799] a [1413] "forman parte del legado póstumo y empezó a ser publicado por los albaceas literarios del escritor, Ackerman y Riemer, bajo el título de Sentencias en prosa. Fugazmente anotado a veces en trozos de papel de envolver, sobres de cartas, entradas de teatro, facturas domésticas, etc., este material halló su clasificación definitiva en la edición de Hecker [1907]..."

Juan del Solar, Introducción a... p. 7.

Pensar es más...

Pensar es más interesante que saber, pero no que intuir.

J. W. v. Goethe, Máximas y reflexiones, El legado póstumo [1150]

Junto con las opiniones...

Junto con las opiniones, cuando desaparecen del mundo, suelen desaparecer también los objetos mismos. De hecho, puede decirse en un sentido elevado que la opinión es el objeto.

J. W. v. Goethe, Máximas y reflexiones, El legado póstumo [1147]